El protagonismo en la comunicación cómo base para el bien relacionarse.


En este blog exploraremos la importancia de hablar claro, el protagonismo en la comunicación para el bien relacionarse, y conectar con tu bienestar desde la manera de comunicarte.

Hablemos claro sobre la conversación que sucede en nuestro interior

Los seres humanos realizamos una acción de manera automática, es una de las que más ocupa nuestro diario vivir, casi tan esencial cómo el respirar y con un gran impacto en la calidad de vida, ella es: ‘el conversar’.

Desde que nos levantamos por la mañana esta presente desde el minuto uno, al abrir los ojos, comienza el parloteo interno.

Y luego pude aparecer en nuestro conversar la agenda del día, o qué voy a desayunar… etc.
Por lo tanto esta actividad noble y frecuente del ser humano, está presente a cada instante.

Al encontrarnos con otros, al mensajear por WhatsApp, al utilizar las redes, al leer una noticia o al caminar por el parque, etc. la lista continúa.

Es decir, que al ver y escuchar las situaciones, siempre en cada momento y en cada lugar, hay una interpretación personal en forma de conversación que sucede en nuestro interior, está presente casi sin conciencia plena de ello.

Es importante destacar que, hablando claro desde el protagonismo en la comunicación, asumimos también un rol.

Desarrollando una actitud que tiene un impacto profundo en nuestras vidas: el rol de la víctima y el rol del protagonista.

Ambos son formas de relacionarnos y determinan nuestra manera de conversar con el mundo y con nosotros mismos, por eso entender la diferencia entre ellos puede ser transformador y hacer la diferencia en tu vida.

El rol de la Víctima

Primero, hablemos del rol de la víctima.

Desde este rol los comportamientos tienden a llevar aparejados sentimientos de impotencia ante las circunstancias.

La comunicación suele estar llena de quejas, justificaciones y un enfoque en lo que sucede como un hecho injusto, en lugar de enfocar en lo que se puede hacer distinto.


Por ejemplo, alguien puede decir: “No puedo crecer en mi trabajo porque mi jefe no me valora” o “Siempre me pasa lo mismo, la vida es injusta”.

En este rol, la persona se siente atrapada y, a menudo, busca la validación externa cómo fuente de retroalimentación.

Se centra en lo que no puede lograr y, como resultado, puede experimentar sentimientos de resentimiento.

Esto no solo afecta su bienestar emocional, sino también sus relaciones y oportunidades en la vida.

El rol del Protagonista


Por otro lado, el rol del protagonista es el de quien asume la responsabilidad y las riendas de su vida. Reconociendo que, aunque hay circunstancias e imprevistos que no dependen de el, sí puede elegir cómo responde a ellas. Su comunicación es empoderada y proactiva.

Por ejemplo, podría decir: “Estoy enfrentando desafíos en mi trabajo, pero estoy buscando formas de mejorar y aprender de la situación” o “Sé que tengo el poder de cambiar mi vida, así que voy a tomar acción”.

Ve cada desafío como una oportunidad para aprender y crecer. Su enfoque está en lo que puede hacer, en cómo puede influir en su entorno y en cómo puede contribuir a su propia felicidad y bienestar.


Esta mentalidad y actitudes no solo genera una mayor satisfacción personal, sino que también inspira a quienes lo rodean.

La Diferencia en la Comunicación desde estos dos roles


La diferencia clave entre estos dos se encuentra en esta poderosa herramienta: el protagonismo en la comunicación.

El rol de víctima tiende a utilizar un lenguaje de resignación y culpa.

Mientras que el protagonista se expresa a través de un lenguaje de poder personal y responsabilidad.

Víctima: “No tengo opciones. Nadie me escucha.”
Protagonista: “Quiero ser escuchado y estoy buscando a las personas adecuadas para compartir mis ideas.”

Desde el Coaching Ontológico planteamos la reflexión “¿Estas eligiendo ser protagonista de tu propia historia?”

Este primer paso poderoso, abre el camino del auto conocimiento y el desarrollo personal.

Conclusión


Adoptar la actitud de protagonista no es un cambio que ocurra de la noche a la mañana. Requiere práctica y autoconciencia.

Pero al hacerlo, no solo mejora notablemente la calidad de vida, sino que también influye positivamente en los estados de ánimo de los entornos que interactuamos.

Te invitamos a observar tu comunicación y entrenar día a día, para dejar de lado el rol de víctima y abrazar el de protagonista desde una transformación real.


La vida es una historia que estas escribiendo cada día, y solo tu tienes el poder de ser no solo el guionista , también el director y protagonista de tu propia narrativa.

¿Cómo puedes transformar tu vida con el Coaching Ontológico?

A través de un proceso de indagación profunda y escucha activa, podemos acompañarte a desentrañar esas áreas que pueden estar estancadas o que demandan tu atención.

Juntos, exploramos tus valores, creencias y visiones, para que puedas tomar decisiones que resuenen auténticamente contigo.

Imagina el potencial que podrías liberar al tener mayor claridad sobre tus prioridades y el enfoque necesario para transformar tu vida.

Por esto y mucho más el Coaching ontológico es una profesión con gran crecimiento y expansión en los últimos tiempos, es una profesión que transforma vidas.

Te invitamos a que curiosamente te acerques a esta aventura de autodescubrimiento.

Si te resuena la idea de trabajar en esas áreas que te gustaría fortalecer o redefinir, estamos aquí para acompañarte en este emocionante viaje que puede marcar la diferencia para construir la vida que realmente deseas y mereces.

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